Un articulo precioso de Cristina llagostera psicologa formada en psicologia analitica y terapia sistemica [publicado en la revista mente sana]
En cada decision nos juzgamos algo, y por eso a veces resulta tan dificil dar ese paso. Al encontrarnos ante una encrucijada, escogemos un camino, y desestimamos otras posibilidades. Decidir por lo tanto, implica un riegos. El temor a equivocarse, o a ir encontra de lo que opinan los demas, en ocasiones puede paralizar en la dudao o postergar al maximo el momento de la determinacion.
Cada persona tiene su modo particular de afrontarla incertidumbre que plantea una decision. ALgunos son amantes del riego, otros calculan hasta el ultimo dato. Hay quien se deja llevar por la intuicion y quien calibrar todas las posibilidades. Sin embargo, a menudo buscamos formulas para decidir siempre de manera acertada, preguntandonos "¿que es mejor?","¿escuchar los sentimiento o la razon?", "¿escoger por mi mismo o buscar consejo?","¿decidir con rapidez o esperar a estar seguro?".
Desengañemonos no existen formulas magicas fijas. Quiza la mejor receta sea aprender a tomar decisiones centradasen los propios principios aquellas que nos dirigen en cada momento hacia donde queremos ir y que estan en consonancia con nuestra forma de pensar y nuestro valores.
Sufrimos cuando nos sentimos atrapados en situaciones en las que pensamos decidir. A veces porque nos invade la duda y otras porque creemos que la decision no depende de nosotros. Sin embargo, es imposible no decidir. Aun cuando dudamos, estamos eligiendo no dar todavia ningun paso, pasi como solemos contar con mas alternativas de las que creemos incluso cuando dependemos de las decisiones de los demas.
Reconocer el poder que nos otorga la decision es revelador.Ya no nos sirve lamentarse de la propia indecision, ni tampoco culpar a los demas o a la situacion de lo que nos sucede. La capacidad para decidir esta ahi, podemos decir "si" o "no" o buscar otras posibilidades. Podemos utilizar las decisiones para resolver situaciones, para priorizar dando mas valor a lo que nos interesa o para parar poner orden en nuestro interior. En definitiva, para dirigir mejor nuestra vida.
En cada decision nos juzgamos algo, y por eso a veces resulta tan dificil dar ese paso. Al encontrarnos ante una encrucijada, escogemos un camino, y desestimamos otras posibilidades. Decidir por lo tanto, implica un riegos. El temor a equivocarse, o a ir encontra de lo que opinan los demas, en ocasiones puede paralizar en la dudao o postergar al maximo el momento de la determinacion.
Cada persona tiene su modo particular de afrontarla incertidumbre que plantea una decision. ALgunos son amantes del riego, otros calculan hasta el ultimo dato. Hay quien se deja llevar por la intuicion y quien calibrar todas las posibilidades. Sin embargo, a menudo buscamos formulas para decidir siempre de manera acertada, preguntandonos "¿que es mejor?","¿escuchar los sentimiento o la razon?", "¿escoger por mi mismo o buscar consejo?","¿decidir con rapidez o esperar a estar seguro?".
Desengañemonos no existen formulas magicas fijas. Quiza la mejor receta sea aprender a tomar decisiones centradasen los propios principios aquellas que nos dirigen en cada momento hacia donde queremos ir y que estan en consonancia con nuestra forma de pensar y nuestro valores.
Sufrimos cuando nos sentimos atrapados en situaciones en las que pensamos decidir. A veces porque nos invade la duda y otras porque creemos que la decision no depende de nosotros. Sin embargo, es imposible no decidir. Aun cuando dudamos, estamos eligiendo no dar todavia ningun paso, pasi como solemos contar con mas alternativas de las que creemos incluso cuando dependemos de las decisiones de los demas.
Reconocer el poder que nos otorga la decision es revelador.Ya no nos sirve lamentarse de la propia indecision, ni tampoco culpar a los demas o a la situacion de lo que nos sucede. La capacidad para decidir esta ahi, podemos decir "si" o "no" o buscar otras posibilidades. Podemos utilizar las decisiones para resolver situaciones, para priorizar dando mas valor a lo que nos interesa o para parar poner orden en nuestro interior. En definitiva, para dirigir mejor nuestra vida.
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