sábado, 14 de noviembre de 2009

Cómo construir una autoestima sólida

“La autoestima es como un músculo que hay que trabajar para que se fortalezca”, y efectivamente, crearnos una autoestima sólida requiere paciencia, práctica, tiempo y dedicación. Si nunca hemos tenido mucha autoestima, necesitaremos enfocar toda nuestra atención para desarrollarla, ya que construye los pilares de nuestra felicidad. Es como construir una casa con los cimientos fuertes. Nos aportará una estructura sólida para afrontar las tormentas, los huracanes y los cambios con confianza, serenidad y seguridad.
Si tenemos una autoestima elevada, estaremos preparados para darle la bienvenida a la vida y a los cambios, sabiendo que nuestras respuestas ante las circunstancias serán siempre constructivas y enriquecedoras.
Tener una autoestima sólida no nos garantiza que no vayamos a tener problemas, pero nos da la seguridad de que sabremos manejarlos mejor. Tendremos los recursos necesarios para superar y aprender de las circunstancias y saldremos fortalecidos de los cambios que vayan surgiendo en nuestras vidas. En vez de sentirnos como víctimas de las circunstancias, las afrontaremos con una actitud de aprendizaje: ¿qué puedo aprender de esta situación? ¿qué me puede aportar esta experiencia?
“La Autoestima es la experiencia de sentirnos aptos para la vida y para sus requerimientos” (Nathaniel Branden)
La Autoestima consiste en:
• Confiar en nuestra capacidad de pensar y de afrontar los retos de la vida.
• Confiar en nuestro derecho a ser feliz, el sentimiento de ser digno, merecedor y tener el derecho a afirmar nuestras necesidades y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos.
Por otro lado, cuando tenemos una autoestima débil nos sentimos como víctimas de las circunstancias, entregando nuestro poder al exterior y saboteando nuestra felicidad. Algunas formas que tenemos de ’no amarnos’ son:
• Nos criticamos continuamente.
• Mal-tratamos a nuestro cuerpo con una alimentación desequilibrada.
• Aceptamos creer que no somos dignos de amor.
• Nos creamos enfermedades por falta de cuidado físico y emocional.
• Vamos posponiendo actividades que nos beneficiarían.
• Vivimos en medio del caos y el desorden.
• Nos exigimos hacerlo todo perfecto.
• Nos creamos deudas y obligaciones.
• Creemos que somos menos valiosos que los demás, nos comparamos.
• Nos sentimos culpables de nuestros sentimientos, de sentir lo que sentimos.
• Creamos adicciones tóxicas (tabaco, alcohol, comida, drogas…) para evadirnos de nuestros sentimientos y no tomar responsabilidad sobre nuestras vidas.
• Creemos que es más importante la felicidad de los demás, que la nuestra.
• Atraemos relaciones donde no nos valoran.
• Dejamos de expresar nuestras necesidades.
• Buscamos siempre la aprobación de los demás.
• No marcamos nuestros límites.
• Decimos “Sí” por complacer al otro, para que nos amen.
Éstas son sólo algunas de las actitudes que provienen de una autoestima débil, y cuanto más actuemos de este modo, más se debilitará nuestra autoestima. ¿Qué forma tienes tú de no amarte?
Cómo fortalecer tu autoestima
La forma de fortalecer nuestra autoestima es mediante actos amorosos hacia nosotros mismos. Cuando nos amamos, nos respetamos totalmente tal y como somos en este momento, sin esperar que todo lo exterior sea perfecto para amarnos. Aceptamos lo que sentimos y lo que estamos viviendo en cada etapa de nuestra vida. ¡Somos auténticos!
Amarnos no dependerá de la aprobación de los demás. No necesitaremos alimentar nuestro “ego” mediante el reconocimiento externo, la adulación ni la alabanza. La autoestima sana proviene de un amor profundo por nosotros mismos, por nuestra vida, por nuestros sentimientos, por nuestros logros y fracasos, por nuestro dolor y por nuestra alegría. Cuando abrazamos a todo nuestro ser con sus luces y sus sombras, estamos amándonos completamente.
La persona con una autoestima elevada actúa con coherencia, entre lo que dice, hace y piensa. Es una persona con integridad, honestidad, respeto hacía sí misma y los demás. Posee un compromiso leal con su vida y sus sueños. Valora su vida y respeta la de los demás. No necesita manipular para conseguir sus objetivos y posee un alto grado de humildad frente a la creencia de estar en posesión de la verdad. Cuanto más saludable sea nuestra autoestima, más nos inclinaremos a tratarnos a nosotros y a los demás con respeto.
Algunas de las actitudes y comportamientos que nos ayudan a fortalecer nuestra autoestima son los siguientes:
• Aceptarnos tal y como somos ahora.
• Tener paciencia con nuestros cambios, nuestros procesos, nuestros altibajos.
• Mirar los errores del pasado amorosamente y corregirlos.
• Tomar riesgos sin importarnos los resultados.
• Estar dispuestos a aprender de los errores y amarnos a pesar de ellos.
• Permitirnos ser perfectamente imperfectos.
• Amar nuestra divinidad y nuestra humanidad.
• Aceptar nuestra Sombra (los llamados sentimientos negativos: rabia, tristeza, venganza, ira, pesimismo).
• Aceptar que tenemos el Poder de transformar nuestras vidas y ACTUAR.
• Aprender a creer y confiar en nuestra capacidad de crearnos la vida que deseamos.
• Tomarnos tiempo para estar a solas con nosotros mismos, escucharnos.
• Respetarnos y aprender a Pedir lo que deseamos y necesitamos.
• Marcar límites sanos.
• Ser sinceros con nosotros mismos: Ser auténticos.
• Decir “NO” cuando queremos decir “NO”.
• Cuidar y mimar nuestro templo físico, mediante elecciones sanas y beneficiosas (ejercicio, comida, descanso, diversión…).
• Apostar por nuestros sueños: tomar riesgos y aceptar desafíos.
• Motivarnos mediante la alegría en vez del miedo.
• Tomar decisiones, establecer prioridades y ser perseverantes.
Estas son sólo algunas de las formas que podemos comenzar a fomentar para ir fortaleciendo nuestra autoestima. La práctica hace al Maestro. Y si queremos ser “Maestros en amarnos a nosotros mismos”, necesitamos practicar, y fortalecer el músculo de la Autoestima!
Si quieres profundizar en el tema, te sugiero los siguientes libros para comenzar:
*Bibliografía recomendada:
• “Usted puede sanar su vida”, de Louise L. Hay, Ediciones Urano.
• “El poder está dentro de tí“, de Louise L. Hay, Ediciones Urano.
• “El poder de la Autoestima”, de Nathaniel Branden, Ediciones Paidós.


Gabriela Caballero

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