martes, 20 de septiembre de 2011

CONSCIENCIA

Víctor Brossa y producciones la Línea nos traen un vídeo para reflexionar y sobretodo para ayudar a la activación desde la coherencia.


"Muchos dicen que el mundo se cambia empezando por uno mismo desde dentro, desde la meditación y todo lo relacionado con lo espiritual.
Otros en cambio dicen que eso es muy bonito pero que no sirve de nada si uno no sale a la calle y se activa afuera cambiando el mundo con hechos palpables.

Interiorizar es Ying/femenino y exteriorizar es Yang/masculino. Son pues dos partes de la misma cosa.

Nos han enfrentado siempre desde la dualidad, haciéndonos percibir y sentir la separación desde la agresión.

Vivimos en un mundo de mentira, en un paradigma absurdo y está en nuestra mano cambiarlo. Pero para eso debemos despertar y soltar lastre. Hacernos conscientes y actuar en coherencia afuera. Dejar de sentirse separado y enfrentado.

No es necesario que todos nos unamos pensando la misma cosa. No somos robots aunque quieran convertirnos en iguales. Somos distintos y cada uno puede brillar desde donde solo el es capaz, pero si podemos unirnos desde el corazón, allí donde no somos manipulables, allí donde solo escuchamos nuestra propia voz. Allí donde la guerra de sexos, la guerra entre razas y culturas, o la guerra en cualquier otro sentido no existe. Esa guerra que hemos permitido creernos y que nos mantienen siempre enfrentados afuera desde lo que sentimos dentro.

Sin cambio interior no hay realmente un cambio afuera. Seguiremos atrapados en el mismo paradigma, en el mismo tablero de juego aunque las reglas varíen un poco o las caras sean otras. Más de lo mismo en definitiva, porque incluso las revoluciones son parte de esta matriz enfermiza.

Vivimos ahora un momento clave y se trata de algo más espiritual que otra cosa, pero hemos venido a reflejarlo en lo físico, o no estaríamos aquí.
Por tanto, si cambiamos dentro, es nuestro deber actuar afuera en coherencia con esa recuperación de memoria, porque cambiar dentro es recuperar la soberanía. La tuya y la mía. Y precisamente es desde ese lugar interior que sentiremos la fuerza, la sabiduría, el poder y la ausencia de miedos, que nos impulsarán a ser fieles a lo que sentimos y dejaremos entonces de colaborar con todo lo que no vibre con nuestro estado interno.
Si cada uno hace eso desde si mismo, entonces, damas y caballeros... LA MATRIZ...HA MUERTO"

Un vídeo para unirse de una vez desd el lugar adecuado y proyectarlo en nuestro día a día en acciones concretas, por pequeñas que parezcan. Ha llegado la hora de governarnos. Ha llegado la hora de la Voz de la Consciencia.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Ningún tiempo es perdido

Ningún tiempo es perdido. La sensación de haber perdido el tiempo, en algún
momento de nuestra vida, nos asalta irremediablemente de vez en cuando. Creemos
que perdimos el tiempo con aquella relación que no funcionó, con el proyecto que
fracasó, con el objetivo no cumplido, con la conducta no deseada de nuestros
hijos…en definitiva con todas decisiones erróneas que hemos tomado y seguiremos
tomando. Pero en realidad, el tiempo nunca se pierde. Los fracasos son
oportunidades intensas para aprender lo que no funciona, lo que no encaja en
nuestra vida, los procedimientos que debemos abandonar, el pensamiento que
tenemos que desechar, los valores que debemos reponer y un sin fin de nuevos
modos de ser y sentir que seguramente se instalarán en nuestra conciencia
después de habernos equivocado.
Todo vale. Todo sirve en esta carrera de fondo que es el aprendizaje. Incluso me
atrevería a decir que los malos ejemplos son también valiosos…aunque sea para
saber lo que no debemos hacer.
La percepción del tiempo es una ilusión que el ser humano ha creado a su medida.
Necesitamos controlar, parcializar, distribuir, segmentar, hacer porciones
digeribles de conciencia. Precisamos encajar nuestras acciones en una porción
subdividida de minutos, horas, días, meses y años que nos marquen la progresión
de la vida. Todo lo que sucede lo percibimos linealmente. Como si se tratase de
un ferrocarril que la atravesase y nosotros estuviésemos montados ahora en uno
de sus vagones. Creemos que la vida avanza, va hacia delante, progresa y
prospera indefinidamente. Sin embargo, tengo la impresión de estar viviendo en
la misma dimensión que todos los que me precedieron. Caminando por el mismo
espacio de quienes protagonizaron la historia que me precede, bebiendo de las
mismas fuentes intuitivas, desgranando los mismos pensamientos que ayudan a
vivir. Posiblemente, el tiempo sea, sí, una ilusión que necesita crear nuestro
desaforado deseo de avanzar en una línea progresiva de continuada e ilimitada
extensión. Por eso creemos perderlo si no obtenemos los resultados que
esperábamos.
El tiempo está congelado en nuestra alma y sólo su calor verdadero, es decir,
las acciones, pensamientos y emociones que nos llevan a conectar con nuestro
diseño original, puede derretir su implacable presencia.
http://mirarloquenoseve.blogspot.com/